Miquel Llabrés: “Yo he crecido con este club… y este club ha crecido conmigo”

Capitán del CE Andratx, vecino del pueblo de toda la vida y referencia para los más jóvenes, Llabrés representa esa mezcla perfecta de futbolista y andritxol que tan bien define al club. Su nombre ya está escrito en la historia del club como uno de los más grandes. Casi 150 partidos y 40 goles agrandan la leyenda de un futbolista que cumple siete temporadas defendiendo los colores del primer equipo del club.

P: Miquel, cuando llegas a Sa Plana cada día, ¿qué es lo primero que piensas?

R: Te parecerá una tontería, pero siempre miro el campo igual que cuando tenía diez años. Me pasa sin querer. Veo el césped, las porterías, la grada pequeña… y me acuerdo de cuando venía con mi padre los domingos por la mañana. No sé cuántas horas me habré pasado aquí. Para mucha gente esto es una segunda casa y yo también lo siento así. Y de vez en cuando pienso: “Miquel, disfrútalo, porque no todo el mundo tiene la suerte de jugar donde nació”.

P: ¿Recuerdas algún momento de niño que te marcara en el CE Andratx?

R: Sí, uno muy claro. Un partido del primer equipo, creo que tendría unos 12 años. Era de las primeras veces que el equipo llegaba a la promoción de ascenso y tocó jugar contra el Formentera. Recuerdo muy bien viajar con toda la afición, todo el pueblo, a ver el partido que nos podía dar el ascenso a tercera división. Por suerte ganaron y la vuelta en el ferry fue espectacular. Estaba medio pueblo ahí y todo fue una fiesta. Es uno de esos momentos que, como niño, se te quedan marcados. He crecido con este club y puedo decir que el club también ha crecido conmigo.

P: ¿Cómo es eso de que el pueblo te vea no solo como jugador, sino como ‘uno de los suyos’?

R: Es lo más bonito que llevo. Porque cuando la gente te ve por la calle, no te ve como un jugador más. Te ve como Miquel, el de siempre. El que jugaba en el patio del colegio, el que iba al parque a jugar o el que ha estado en las fiestas de Sant Elm como cualquiera. Y eso me da mucha tranquilidad. A veces en el fútbol se crea una distancia rara entre jugadores y afición. Aquí no. Aquí todos estamos en el mismo sitio, compartiendo lo mismo.

P: ¿Alguna vez te ha emocionado algo que haya pasado con un aficionado?

Sí, varias veces. Pero hay una que me tocó mucho. Fue hace dos temporadas diría, después de un partido. Un niño se me acercó con la camiseta del club y me dijo: “¿Me la firmas?”. Son cosas que no te esperas y menos en estas categorías. Yo en ese momento pensé: “Vale, Miquel, algo estás haciendo bien”. Porque más allá de jugar bien o mal, está la responsabilidad de ser ejemplo para los pequeños.

P: ¿Qué cosas de tu vida fuera del fútbol crees que te ayudan a ser mejor en el campo?

R: Soy muy tranquilo. Me gusta mucho estar con mi familia, salir a pasear por el puerto, ir a tomar algo… Eso me equilibra. También trabajo fuera del fútbol, y eso me hace mantenerme en el mundo real con problemas serios fuera de la burbuja futbolística. Saber que no eres un futbolista profesional al uso te mantiene con los pies en el suelo. Y luego están mis amigos de toda la vida. A ellos les da igual si el domingo he jugado bien o mal, me tratan igual.

P: Cuando te pones la camiseta del Andratx, ¿qué sientes realmente?

R: Siento responsabilidad, pero también una calma rara. Es como si todo tuviera sentido. Te juro que hay días en los que estás nervioso, o te duele algo, o vienes con problemas de casa… y en cuanto sales al campo, desaparecce. A lo mejor es porque conozco cada rincón del campo. O porque sé quién está en la grada. Es difícil de explicar, pero es como volver al sitio donde todo empezó.

P: Sobre tu breve periplo en el Mallorca ¿sentiste en algún momento que ese no era tu lugar?

R: Bueno, es difícil de explicar. Jugar en el Mallorca es lo máximo a lo que se puede aspirar en la isla. Es cierto que ir convocado a partidos de Primera División es algo inimaginable y un sueño, pero no es lo mismo. Al final eres un jugador del filial, no tienes ese apoyo de la afición, estás más lejos de casa… Siento que es una oportunidad que no debía desaprovechar, pero al mismo tiempo sabía que tenía que volver al Andratx, a mi casa.

P: ¿Qué compañero te ha marcado más en tu carrera?

R: He tenido muchos, pero te diría Kevin. Me enseñó que el fútbol es importante, pero nunca más que la vida. Que cuando termina el entrenamiento tienes que poder mirarte al espejo. Esa frase se me quedó grabada. Y creo que influyó mucho en cómo soy hoy como jugador y como capitán.

P: ¿Qué esperas del futuro del club? No a nivel competitivo, sino emocional.

R: Que nunca pierda su esencia. Podemos subir, bajar, ganar, perder… eso ya lo decidirá el tiempo. Pero lo que no podemos perder es lo que hace especial al Andratx, que está hecho de personas y de andritxoles. Que aquí los niños crecen viendo a los del primer equipo como referentes, que los veteranos se sienten parte del proyecto, que el pueblo empuja cuando hace falta. Si eso se mantiene, el club seguirá vivo muchos años.

Jose Lorente

P: Si pudieras enviarle un mensaje al Miquel de 10 años que estaba en la grada viendo al primer equipo, ¿qué le dirías?

R: Le diría: “Tranquilo, que lo conseguirás. Pero sobre todo, cuida a tu gente y sé agradecido, que eso vale más que cualquier cosa”. Creo que si aquel niño pudiera ver lo que estoy viviendo ahora, estaría muy feliz.

P: Hablemos del momento más especial en tu carrera, el gol al Sevilla… ¿cómo es marcarle a un equipo así?

Es un gol que está en la historia del club ya. La verdad que solo el hecho de jugar ese partido fue espectacular, una experiencia increíble y que jamás se olvidará. ¿El gol? pues si te digo la verdad fueron tantas emociones juntas que no sabría como explicarlo. Recuerdo ir a la grada a celebrarlo pero a los dos segundos estar rodeado de compañeros flipando con lo que estaba pasando. Mucha gente me lo recuerda todavía, es algo que ya me va a acompañar siempre.

P: Vayamos a la actualidad… ¿qué objetivos personales te marcas esta temporada?

R: Seguir creciendo. No me pongo cifras ni metas exageradas. Quiero ser importante para el equipo, aportar en defensa y en ataque, y ayudar a que el proyecto siga progresando. Si yo estoy bien y el grupo está bien, todo llega. También quiero disfrutar del recorrido, porque a veces vas tan rápido que no valoras lo que tienes.

P: ¿Qué puede esperar la afición del equipo este año?

R: Un equipo valiente, comprometido y que seguro lo dará todo. Somos conscientes de que la categoría exige muchísimo, pero también sabemos que tenemos nuestras armas, un vestuario implicado, una afición que aprieta y un estilo de juego que nos identifica. No sé dónde estaremos al final de la temporada, pero sí puedo decir que lucharemos hasta el final por lograr la permanencia.

P: Por último Miquel, eres un referente para muchísimos niños del club, ¿qué consejo les mandas?

R: Les diría que disfruten del fútbol y que no tengan prisa. Que sean respetuosos, que escuchen a los entrenadores y que recuerden que esto es un deporte colectivo. No hace falta ser la estrella. Y sobre todo, que no se olviden de estudiar y de disfrutar con sus amigos. El fútbol te puede dar muchas alegrías, pero tiene que ir acompañado de buenos hábitos y de un entorno sano.

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